Cómo depilarse el vello de las axilas

Depilarse con una maquinilla desafilada aumenta las probabilidades de enrojecimiento e irritación de la piel. Si sientes que las hojas te dan tirones o que están ásperas al deslizarlas sobre la piel, es hora de cambiarlas.

Puede ser tentador el depilarse en seco las axilas porque es una zona pequeña. Pero ten en cuenta que esta zona es sensible, por lo que es importante protegerla al depilarse.

Humedécete las axilas con agua caliente en la bañera o en la ducha alrededor de tres minutos para suavizar la piel y hacer que el vello se vuelva más denso con el agua. Esto facilita el corte del vello.

Date un baño o una ducha antes de depilarte para asegurarte de que tus axilas no contengan sudor ni desodorante, ya que pueden obstruir la maquinilla.

Esto ayuda a que la maquinilla corte el vello corporal con más eficacia y, además, ayuda a prevenir que las bacterias creadas por la combinación del sudor y del desodorante penetren a través de la piel en caso de que haya rasguños durante la depilación.

Aunque la superficie es diminuta y se necesitan pocas pasadas de la maquinilla, recuerda que las axilas son sensibles. Utiliza un gel de depilación para mantener la hidratación y ayudar a que la maquinilla se deslice más fácilmente sobre tu piel, y protegerte de la irritación.

El vello de las axilas crece en todas las direcciones, así que, si te depilas en una única dirección puede que no consigas una depilación apurada. Para obtener los mejores resultados, levanta el brazo por encima de tu cabeza, presiona suavemente la maquinilla y depílate ligeramente con pasadas cortas en todas las direcciones; hacia abajo, hacia los lados y de nuevo hacia arriba, en caso necesario.

Una vez que hayas terminado de depilarte, enjuágate y sécate las axilas dándote golpecitos con una toalla limpia. Aplícate loción hidratante o aceite, preferiblemente sin alcohol. Aunque puede sonar contradictorio hidratar esta zona, te ayudará a mantener tu piel hidratada y a reducir las probabilidades de irritación y sarpullidos tras la depilación.

Después de depilarte, espera un poco antes de ponerte desodorante. La aplicación tras una depilación reciente puede causar molestias en la piel. Así que, deja que tu piel descanse para reducir las probabilidades de irritación causadas por el desodorante.