¿Cuáles son las causas de una piel deshidratada?
Existen muchas razones por las que puedes sufrir de piel deshidratada. Estas son las más comunes:
Temperaturas altas y bajas
Una de las causas más comunes de la deshidratación de la piel es la exposición excesiva al sol. Por ello, te invitamos a mantenerte fresco y a la sombra durante las horas centrales del día. De igual modo, abrígate bien en los fríos días de invierno, ya que las temperaturas extremadamente bajas también pueden provocar la deshidratación de la piel.
Exfoliación excesiva
Tu piel tiene una barrera de humedad natural que la exfoliación puede desgastar. Por ello, no te conviene abusar de esta práctica. Aprende a exfoliar tu piel correctamente para que puedas hacerlo de forma que tu piel luzca rejuvenecida sin deshidratarse en exceso.
Limpiadores agresivos
Algunos productos de limpieza de la piel son buenos para eliminar el maquillaje y los restos de piel muerta porque también eliminan la capa protectora externa de la piel, lo que puede hacer que se deshidrate. Lo ideal es que evites este tipo de productos limpiadores, o que al menos reduzcas al máximo la frecuencia de uso. No olvides que nuestro limpiador facial hidratante contiene ingredientes muy beneficiosos para la piel, como es la niacinamida, el pepino y el aloe. Podrás usarlo para limpiar tu piel sin correr ningún riesgo innecesario.
Aire acondicionado
Los aparatos de aire acondicionado eliminan la humedad del entorno. Esto significa que el aire que entra en contacto con tu piel está más seco y que favorecerá que tu piel se deshidrate. Intenta evitar los espacios con aire acondicionado o toma las medidas adecuadas para hidratar la piel si no te resulta posible.
¿Cómo hidratar la piel?
El dermaplaning o el afeitado pueden deshidratar la piel. Por ello, siempre es importante que apliques una crema hidratante o productos similares que la rehidraten después. Desgraciadamente, la piel también puede secarse por otras circunstancias. Así que, ¿qué deberías hacer para mantener la piel hidratada?
Bebe agua
Basta con beber más agua durante el día para ayudar a reponer la humedad de tu piel. Hidratar la piel de forma natural implica beber aproximadamente un litro de agua todos los días.
Usa productos hidratantes para el cuidado de la piel
Busca productos para el cuidado de la piel que no contengan partículas abrasivas que puedan resecarla. Además, utiliza productos que contengan ingredientes beneficiosos, como puede ser el ácido hialurónico o la niacinamida.
Evita las duchas largas con agua caliente
El agua caliente puede resecar la piel, ya que el agua a alta temperatura elimina la capa externa y su humedad natural. Evita usar agua muy caliente durante mucho tiempo para mantener tu piel en óptimas condiciones.
Aplica protector solar
Los rayos más nocivos del sol pueden quemar tu piel. De hecho, solo unos minutos de exposición pueden hacer que se reseque. Por tanto, si sabes que va a ser un día soleado, ponte protector solar para mantener la piel hidratada correctamente.
Come alimentos ricos en agua
Las frutas y las verduras contienen grandes cantidades de líquidos que ayudan a mantener la piel hidratada. Además, muchas de ellas, como es el caso de los cítricos, contienen vitamina C, la cual es buena para la salud de la piel. Busca también alimentos ricos en vitamina A y B3 por la misma razón.
Reduce el consumo de cafeína
La cafeína es un diurético, lo que significa que hará que vayas al baño con más frecuencia. Reducir su consumo es clave para que la piel retenga más agua de la que consumes. Bebe menos tazas de té y café y, de vez en cuando, toma alguna bebida descafeinada.
¿Cuáles son los beneficios de aprender a hidratar la piel?
Entender las causas de la piel deshidratada es una cosa, pero ¿qué pasa con las ventajas de una piel hidratada en comparación con una piel deshidratada? Sigue leyendo y descubre por qué mantener la piel hidratada es tan beneficioso.
1. Mejora la apariencia de la piel
La piel deshidratada luce mejor porque es más elástica, lo que significa que puede estirarse y volver a su forma óptima sin generar imperfecciones antiestéticas. La piel deshidratada también tiene más probabilidades de acumular células cutáneas muertas.
2. Niveles de grasa mejor equilibrados
Cuando la piel está deshidratada, puede comenzar a producir más grasas de la necesaria. Algunas personas sufren acné y otros problemas si la piel se vuelve demasiado grasosa, por lo que es recomendable hidratarla con frecuencia para mantener el equilibrio adecuado.
3. Menos picor y sensibilidad
Cuando la piel está demasiado seca puede volverse escamosa y hacer que te rasques y te sientas más incómoda. El picor después del afeitado es un problema habitual cuando la piel está menos hidratada de lo recomendado. Hidratar adecuadamente la piel es clave para prevenir el picor y la sequedad.